sábado, 13 de junio de 2020

Trasfondo - La historia de Venecia

La Serenissima se encuentra al borde de la grandeza una vez más, reclamando una posición triunfadora que que le había sido muy familiar en siglos pasados ​​pero que permitió que se le escapara. Hasta que La Herida de los Cielos condenó el destino de las distintas naciones, Venecia había estado menguando.

El Nacimiento de un Imperio:

Económicamente la ciudad era una pálida imitación de su antiguo poder. En la cumbre de su riqueza, desde el siglo XV al XVI, sólo una ciudad superaba a Venecia en tamaño, y París no podía reclamar el gran poder marítimo de su rival sureño.

En su interior, el poder de la ciudad se extendió rápidamente. El Domini di Terraferma instauró la influencia Veneciana y más tarde, el dominio sobre ciudades como Padua y Verona la extendió hasta las tierras de Lombardía.

Sólo Florencia y los Estados Papales en el sur y la frontera de Milán al oeste evitaron su expansión, pero aquello no importaba.

El comercio reforzó al comercio, y los mares eran el principal motivo por el que la ciudad se erigió sobre sus rivales. Su poder tenía un corazón más antiguo, un núcleo de poder político y un músculo financiero que databa del Saqueo de Constantinopla en 1204. Fruto de sus conquistas, los Venecianos construyeron el magnífico Arsenale y distintos puertos sobre el Mar Negro, picoteando del, aún más rico, comercio de más al éste.

En su apogeo, el astillero del Adriático construyó un número incomparable de embarcaciones, superando las fuerzas combinadas de Inglaterra y Francia por un amplio margen. El comercio fluyó de vuelta a través de los puertos de estas enormes flotas, aumentando el Stato di Mar hasta llegar a Creta y a Chipre y reclamar las islas del Egeo.

Las bondades del Mediterráneo se abrieron para que los Venecianos las explotaran al máximo. El alcance de la élite veneciana se extendió profundamente en los Balcanes, retirando materias primas y riqueza para sus voraces mercados y comerciantes.

Así había sido el pasado, cuando los reyes y los papas cortejaban los favores de Venecia y los gobiernos de los estados de todo el mundo deseaban comerciar con sus puertos. Pero la historia es implacable, y en el norte se alzaron poderes más audaces y brillantes. Inglaterra y los Países Bajos, lugares desgraciados de barro y mercaderes groseros, volvieron la vista hacia el Atlántico y hacia las lejanas costas de África y Asia.

Caída en el Caos:

A medida que el siglo XVI se iba convirtiendo en el siglo XVII, las fortunas de estas nuevas potencias marítimas aumentaron, y la de Venecia se fue reduciendo muy rápidamente. Incapaz de competir en Occidente, Venecia estaba mal preparada para el auge del Imperio Otomano en el Este. Uno por uno, fueron perdiendo el control de sus enclaves en el Mediterráneo y sus posesiones en Chipre a causa de esta nueva fuerza.

El brillo de la estrella de Venecia había resplandecido por generaciones, pero el camino hacia su crepúsculo fue lento e inevitable. Cuando el comercio disminuyó y la influencia se desvaneció, La Serenissima se convirtió en una sombra hambrienta y arruinada de su antigua gloria. Para los pocos privilegiados, el lujo continuó, pero para la mayoría de los venecianos todos los días era una lucha por la supervivencia, mientras que los comerciantes e incluso la nobleza menor se desesperaron por cualquier comercio o inversión por parte de las clases más prósperas de los imperios florecientes.

Despojada de fondos y abandonada a las vicisitudes del tiempo, la propia Venecia perdió su encanto y su infraestructura. El hundimiento metafórico de la ciudad se hizo literal cuando la parroquia de la isla de San Canciano se hundió en el agua. El estancamiento político entre la Antigua Nobleza y la burguesía restante sofocó todos los intentos del Doge de colocar a Venecia en un nuevo camino hacia la prosperidad.

Desde la Muerte Negra, Venecia no había caído tan bajo, y el Dogo declaró que si Venecia llegara a recuperarse, sería a causa de un milagro.

Fuente: Manual de Carnevale, TTCombat.

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