miércoles, 27 de mayo de 2020

Modelos de bandas: Patricios II

Diario de un soldado.

Esta noche nos toca de nuevo patrulla. De nuevo dejo a mi familia durmiendo con el miedo de no saber si volveré a verlos. ¿Y para qué? Ni siquiera estamos haciendo lo que deberíamos. No combatimos la delincuencia. No perseguimos a los criminales. Esos son las historias que le cuento a mi hijo para que esté orgulloso de su padre. Pero la realidad es muy distinta. 
Su nombre es Luca Gioberto Salviatti. Es un tipo importante. Su padre era uno de los grandes nobles de la ciudad, Gioberto Salviatti, que fue asesinado hace unos meses en extrañas circunstancias. Las malas lenguas dicen que fue obra del Gremio, pero con el renombre que tenía la casa Salviatti se detuvo y ejecutó a un par de cabezas de turco para que el pueblo estuviese tranquilo. Otra muestra más de la hipocresía de esta ciudad.
Tras morir, le ha dejado a su hijo una inmensa fortuna. Así es, este tío tiene dinero. Mucho dinero. Suficiente dinero como para tener a toda una comitiva de guardias escoltándolo en plena noche. Y no sólo a los guardias, también al capitán de la cuadrilla y al mismísimo comandante.
El tío en sí es un rarito. Se ha llevado años viajando por el mundo, y ha traído a Venecia un montón de ideas y conceptos del extranjero. Como si nuestra ciudad fuese ya suficientemente rara por sí misma. No sabemos muy bien a qué vamos, ni contra qué necesita escolta. Tampoco parece importarles mucho a mis compañeros, que sencillamente están felices de poder ganarse un sobresueldo.
A veces me pregunto si soy el único con sentido común. El único que ve que lo que hacemos está mal, y que deberíamos estar haciendo cumplir la ley, en lugar de ayudar a un pijo rico a hacer no se qué cosa que pretenda. A veces me pregunto si debería dejarlo. Luego veo como a duras penas sobrevive la gente de esta ciudad y me callo. Y miro para otro lado. Y aquí me encuentro, dándome asco a mí mismo y diciéndome que lo hago por mi hijo y mi mujer. Al final soy un hipócrita. Como todos los demás.


75 Ducados:
Comandante de la Guardia - Líder
Capitán de la Guardia - Héroe
Noble aventurero - Héroe
Soldado - Esbirro
Soldado - Esbirro

Esta lista es realmente sencilla. Es una lista básica de la guardia de la ciudad con el añadido de un Noble Aventurero para tener algo de agilidad y soporte mágico. Este lo podemos llevar ofensivo con Ritos de Sangre y el hechizo Venas Ardientes, ya que es un hechizo fácil de ejecutar y que puede llegar a hacer un daño considerable teniendo en cuenta que el Noble Aventurero es un híbrido y no un mago puro. También se puede llevar de apoyo con Ritos de Sangre y Sed de Sangre o Drenaje Sangriento; o con Magia Salvaje y el hechizo Curación. El hechizo Portal, también es muy bueno, pero su dificultad 8 no lo hace fácil de recomendar para el Noble aventurero, de solo Mente 4. Por lo demás, el resto de la lista sigue una configuración típica de la Guardia.

Las unidades tienen un alto valor de protección y un ataque... no muy bueno, pero que podemos potenciar con las Habilidades de Mando. La habilidad ¡A las Armas1 del comandante nos añadirá un ataque más a nuestros soldados, mientras que la habilidad ¡Apunten! del Capitán nos dará Experto Ofensor y Tirador para repetir dados. Esto sumado al Experto Protector que traen los guardias de base nos da una lista bastante equilibrada, que aún así sigue predominando en defensa.

Llegamos al que parece ser el lugar al que nos dirigimos. Una plaza del distrito comercial, rebosante por el día, abandonada por la noche. El tío da una orden como si fuese él el que mandase allí... y acto seguido mi Comandante la reproduce para todos los soldados. Odio como se pavonea ese imbécil. Odio que pueda ordenarnos y mandarnos como si fuésemos una panda de mercenarios. Y ese tonito a extranjero que trae... Me pone de los nervios. 
Mis compañeros se apostan en las posiciones ordenadas por el Comandante, rodeando las entradas de la plaza. Los arcabuceros toman posiciones elevadas y el Capitán se coloca allí donde sus órdenes puedan ser oídas. A mi todavía no me ha asignado una posición... y me temo lo peor. 
Un señor aparece de dentro de la plaza. Parece conocer a Salviatti... Sí... lo conoce... y lo llama "Señorito". Por sus pintas debe ser su mayordomo o algo así... ¿También involucra este tío a su servicio doméstico? ¿Gente que probablemente no tenga preparación en combate? Si es que el combate fuera a ser necesario y no estamos aquí haciendo el canelo...
100 Ducados:
Comandante de la Guardia - Líder
Capitán de la Guardia - Héroe
Noble aventurero - Héroe
Soldado - Esbirro
Soldado - Esbirro
Arcabucero - Esbirro
Criado - Esbirro
Granada Aturdidora - Equipo

Si la lista anteriormente era a melé y resistente, ahora añadimos algo de disparo para la estrategia de aguantar y disparar. El Arcabucero tiene un alcance decente y podemos dejarlo a cierta distancia, guardando una posición, un objetivo o desde un tejado, aunque si llegan hasta él sigue teniendo Protección 5 y Experto Protector es bastante resistente. El Criado lo llevaremos junto al Noble, ya que puede sacar partido a su regla Guardaespaldas, y aún sin él, con su pistola de Recarga (2) es un buen apoyo a distancia.

Sabía que no me aguardaba nada bueno. A ese Comandante corrupto nunca le caí bien. Me había asignado a escoltar personalmente al idiota de Salviatti al interior de la plaza. Cada vez que abría la boca aumentaban mis ganas de darle un sopapo. Pero claro, aquello era impensable. 
Dentro de la plaza le aguarda otra de sus criadas. La pobre señora parece ansiosa por marcharse a casa. En el centro de la plaza puedo vislumbrar un bulto en el suelo. Cuando me fijo mejor, me doy cuenta de que es un cuerpo humano. Esto empieza a no gustarme. Por sus vestimentas, parece un miembro del Gremio... y seguro que sus compañeros no tardan en llegar. Salviatti se dirige a mi. 
- Te presento a Flavio - me dice-. La justicia no dio con él... pero tras un tiempo de investigación he podido descubrir que es el autor del asesinato de mi padre.

Salviatti se coloca una enorme máscara a la que puedo reconocerle una procedencia Africana. En el exterior de la plaza empiezan a escucharse alboroto de lucha. Quizá sea el Gremio, que ha venido a por su camarada. O quizá sea cualquiera de estos variopintos grupos que se dedican a enfrentarse en las noches de Venecia. Sea lo que sea no parecen aliados.  
La señora se esconde tras el mayordomo, mientras su amo se acerca a su cautivo. Murmura unas palabras en un idioma desconocido para mi. Parece que se dispone a lanzar un conjuro sobre su víctima. Hace unos años me hubiese reído de la simple mención a la magia, pero en los últimos meses he visto tantas cosas que un simple hechizo no iba a lograr sorprenderme. O eso pensaba. 
El tal Flavio abre los ojos como platos mientras estos se volvían de un color rojo. La mordaza amortigua el desgarrador grito que habría sonado cuando de sus orificios comienza a brotar chorros de su propia sangre, que da la sensación de que deja fuertes quemaduras en su piel. Me gustaría impedirlo. Pero sé que no puedo hacerlo. Qué asco me doy.  
Flavio convulsiona hasta que su cuerpo termina explotando, dejando un rastro sangriento en el suelo. La mujer ahoga un grito. El mayordomo frunce el ceño. Y salpicaduras de esa sangre caen sobre mi pantalón, quemando mi piel. La mera visión de los restos del desgraciado casi me hacen vomitar. Maldito sea. Maldito sean todos los nobles. Maldita sea esta jodida ciudad. 
Y cuando pienso que el jodido niñato sólo quería montar su numerito para efectuar el asesinato de una forma vistosa y desagradable, aparece. 
Eso sí que no. He luchado contra hombres. Bestias. Hasta monstruosidades acuáticas. Pero la horrible visión de aquella... cosa que se acerca me hace dejar caer mi sable y caer sentado sobre el suelo, intentando alejarme. Una masa negra espectral, con algún desgraciado crucificado en ella se acerca a nosotros. La criada sale corriendo sin preocuparse en disimular su grito de terror, mientras que el mayordomo intenta, iluso de él, intentar amenazar al ser con su pistola. Pero Salviatti no parece sorprendido ante tal aparición. 
- La venganza atrae a la venganza - le oigo decir - Y yo, Luca Gioberto Salviatti, te traigo unas cuantas almas con las que podrás saciar tu sed.

150 Ducados:
Comandante de la Guardia - Líder
Capitán de la Guardia - Héroe
Noble aventurero - Héroe
Espectro negro - Héroe
Soldado - Esbirro
Soldado - Esbirro
Arcabucero - Esbirro
Criado - Esbirro
Criada - Esbirro

Completamos la lista con el Espectro negro y una criada. Con tres acciones, un ataque demoledor y la regla Miedo (3), el Espectro es perfecto para ir en primera línea a arrasar con el rival. Los miembros de la guardia podemos usarlos de apoyo al combate o bien usarlos para defender objetivos o localizaciones clave. Al ser más o menos dependientes de Habilidades de Mando conviene que no estén muy lejos unos de otros si vamos a atacar con ellos, pero si van a defender un punto o una localización son lo suficientemente solventes por sí mismo. El noble Aventurero lo tendremos de apoyo mágico y cuerpo a cuerpo protegido por sus dos criados, teniendo la criada la siempre conveniente regla de Atontar, así como guardaespaldas.

Es una lista sencilla. Quizá no está tan engrasada como otras y los personajes no combinan tan bien entre sí pero tenía dos handicaps: Por un lado, tenía ganas de incorporar al Espectro Negro en una lista de Patricios para hacer honor a su antigua pertenencia a dicha facción. Este es un héroe caro en puntos, pero por suerte es muy autosuficiente y no necesita ningún apoyo.

Por otro lado, noto que tanto el comandante como el capitán sólo son rentables incluirlos si llevas soldados, por lo que te fuerza en parte a llevarlos siempre en listas temáticas de este estilo, ya que sus habilidades no combinan con otro tipo de tropas. Por otra parte los soldados en sí, sí pueden sernos útiles por sí solos en otras listas de Patricios por su gran valor defensivo.

Por último, he intentado crear un pequeño grupito con el Noble Aventurero y los criados, para que ya que no recibirán ningún bono de parte de la guardia, al menos estén protegidos entre ellos y pueden servir de apoyo a la guardia o al Espectro con cierta eficiencia.

Dificultad: Fácil

No hay comentarios:

Publicar un comentario